Por cortesía del Dr. Motas Guzmán pueden acceder a su conferencia en el siguiente documento PDF.

Por cortesía del Dr. Motas Guzmán pueden acceder a su conferencia en el siguiente documento PDF.
El pasado lunes día 23 de 2020 intervino en la sede de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España el Profesor Dr. José Manuel Bautista Santa Cruz, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. El Dr. Bautista Santa Cruz es el coordinador del laboratorio COVID-19 de la Universidad Complutense.
El Dr. Arturo Anadón Navarro presentó al conferenciante quien acto seguido tomó la palabra para exponer la experiencia que supuso poner en marcha un modelo de cooperación diagnóstica en la pandemia provocada por la COVID-19.
Al finalizar su intervención se procedió al tradicional turno de preguntas de los asistentes a la sesión.
Cuando dispongamos del texto de la conferencia del Dr. Bautista Santa Cruz se la serviremos en este lugar en documento PDF.
Nos comunican los autores que se depositará en la Biblioteca de la Real academia de Ciencias Veterinarias de España, un ejemplar de la obra titulada: Historia Ilustrada de la Veterinaria Militar Española.
El libro, en dos volúmenes, ha sido publicado por la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural de la Secretaría General Técnica.
“Publicaciones de Defensa” acaba de incorporar hoy a su catálogo de publicaciones esta nueva obra conmemorativa del 175 Aniversario de la creación del Cuerpo de Veterinaria Militar. Consta de 1140 páginas y 681 ilustraciones, en dos volúmenes.
Pueden conocer todos los datos técnicos de esta obra en el siguiente enlace:
Durante el año 2020 se cumplen los 175 años de la creación el Cuerpo de Veterinaria Militar. En el año 1845 la reina Isabel II firmó la cédula fundacional que le presentó el general Narváez para crear el Cuerpo de veterinaria militar. Llegar a constituir un Cuerpo patentado, con derecho a usar un uniforme propio, fue una larga aspiración de los mariscales mayores y segundos mariscales del ejército de los Borbones. A lo largo de diez capítulos, perfectamente documentados, se recoge todo el proceso histórico de las actividades de los antecesores de los veterinarios militares hasta la actualidad. Se realiza un estudio crítico de los diferentes reglamentos que estuvieron vigentes y se describe toda la organización castrense que participó en las diferentes operaciones militares. También se aborda la descripción de la veterinaria militar del presente y su encaje dentro de las Fuerzas Armadas como especialidad fundamental del Cuerpo Militar de Sanidad. Uno de los capítulos recoge también la historia de los suboficiales especialistas auxiliares de veterinaria que, aunque formando Cuerpo aparte, siempre estuvieron unidos a la veterinaria militar. El libro muestra los hechos más relevantes de la veterinaria militar española.
El vídeo está disponible en el canal de la RACVE en Youtube. ENLACE
En el adjunto documento PDF y por cortesía del conferenciante ya pueden consultar la conferencia “Ciguatera, de enfermedad exótica a endémica en Canarias”. Fue impartida el pasado día 5 de octubre de 2020.
El pasado lunes, día 16 de noviembre de 2020, intervino el Dr. Miguel Motas Guzmán, en la sede de la Real Academia de ciencias Veterinarias de España. Su intervención la tituló: “Pingüinos en la Antártida: Centinelas de la contaminación”.
El Dr. Motas es Profesor Titular de Toxicología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia y Consejero de Empleo, Investigación y Universidades en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Abrió la sesión el Dr. Arturo Anadón Navarro y la presentación del orador la efectuó el Dr. Juan María Vázquez Rojas, Académico de Número de la RACVE.
El Dr. Mota realizó una estancia de cinco meses en la base Gabriel de Castilla situada en la Isla Decepción en la Antártida. Entre los objetivos que se propuso destacó:
Tras la disertación el conferenciante respondió a todas las preguntas que formularon los asistentes.
Cuando dispongamos del texto de la conferencia y la iconografía de acompañamiento la daremos a conocer en este mismo lugar PDF. El video lo podrán consultar en el canal YouTube de la RACVE.
Desde primero de julio del presente año México se posiciona por delante de los Estados Unidos de Norteamérica en número de entradas a la página web
Junto a los países Iberoamericanos, que visitan diariamente la página web-RACVE, es México el país que muchas semanas viene ocupando el «top ten» del registro de entradas destacándose, de forma notable, sobre las que efectúan los Estados Unidos y el resto de los países de lengua española, muy especialmente Colombia, Chile, Argentina, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, y recientemente Cuba… y otros muchos más como Puerto Rico, Panamá, Uruguay, Nicaragua, República Dominicana, El Salvador, Honduras y Paraguay. Esto último no tiene nada de extraño pues en la sede de la RACVE radica la secretaría permanente de la AIACIVET (Asociación Iberoamericana de Academias de Ciencias Veterinarias) y cuya presidencia la ostenta Colombia. A final de año remitiremos informe anual, incluyendo la información del canal YouTube con la producción de videos de la Real Academia.
El Dr. Ismael Díaz Yubero ha fallecido hoy viernes 13 de noviembre a los 79 años. Ocupó diferentes cargos relevantes en la Administración como director general de Política Alimentaria en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El Dr. Díaz Yubero era miembro del Cuerpo Nacional Veterinario y Académico Correspondiente de la RACVE; su asistencia e intervenciones en los actos académicos eran seguidas con interés. Fue un gran divulgador de los productos nacionales y autor de varias obras que ponían en valor los alimentos de España, intervino en numerosas ocasiones en los medios de comunicación. Fue premio Nacional de Gastronomía.
Los miembros de la Real Academia sienten su pérdida y acompañan en el sentimiento a su familia.
El pasado lunes 19 de octubre, intervino en la sede de la Real academia de Ciencias Veterinarias de España el Dr. Rosell Pujol, profesional experto en cunicultura y adscrito a CuniVet Service.
El conferenciante fue presentado por el Dr. Arturo Anadón Navarro, presidente de la RACVE. El interviniente se dirigió a los numerosos asistentes inscritos por vía telemática. Al finalizar se estableció el tradicional coloquio, respondiendo el Dr. Rosell a todas las preguntas que le formularon.
Por cortesía del orador pueden consultar su conferencia en el adjunto documento PDF.
Dr. Luis Ángel Moreno Fernández-Caparrós Académico de Número De la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España Sección 5a, Historia de la Veterinaria Bibliotecario de la RACVE
Aún a riesgo de ser pesado, una vez más vuelvo a la carga sobre la figura del «Auxiliar de Veterinaria», y lo hago por ser uno de los actores principalísimos que aparece, de una forma descafeinada y neblinosa, en el histórico primer convenio que acaba de entrar en vigor para todo el territorio nacional.
Recordemos que por Resolución de 3 de agosto de 2020, de la Dirección General de Trabajo, se registró y publicó el Convenio colectivo estatal de centros y servicios veterinarios. Este primer convenio colectivo fue suscrito, con fecha 16 de enero de 2020, por la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), en representación de las empresas del sector, y por las organizaciones sindicales UGT y CC.OO.
Reflexiones sobre el convenio.
Tras su detenida lectura decidí darme unas semanas de meditación para analizar el texto y de este modo poder emitir unas reflexiones que, con cierto fundamento, pudiesen ser de ayuda para el próximo convenio. Y ahí voy una vez más.
Tras la publicación se debió producir un revuelo entre los actores que aparecen citados en el convenio. Se puede inferir que fue una mezcla de asombro, preocupación e incertidumbre, como así se deduce por la rápida organización de varias sesiones informativas telemáticas organizadas por el Ilmo. Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Se inscribieron más de 400 personas y se formularon 140 preguntas y otras más que quedaron en el tintero. Más del 90% de las dudas giraron en torno a cuestiones laborales que entraban dentro del estatuto de los trabajadores (retribuciones, atrasos, horas extraordinarias, permisos de diferentes tipos, nóminas, ERTE,s, y otras muchas más que sería largo de enumerar). De entre todas ellas solamente un 9% abordaron cuestiones de formación, capacitación y especialización. Queda claro que primaron los asuntos estatutarios, económicos, laborales y del comer sobre los puramente formativos que pasaron, casi de puntillas, a un segundo plano, como si este asunto fuese una cuestión baladí. Entre toda la batería de preguntas solo se formularon tres que abordaban el tipo de formación y el reconocimiento oficial de los «Auxiliares de Veterinaria». Asunto este que trataremos en las siguientes líneas.
Los niveles.
El documento recoge la cualificación profesional que, referida al personal facultativo veterinario, se centra en tres figuras que fueron bien definidas: el veterinario director; el veterinario generalista y el veterinario supervisado; todos ellos dentro del “Grupo I-Personal sanitario apartado a) Nivel I”. Obsérvese que este personal está encuadrado como “personal sanitario”. Más adelante haremos hincapié en este asunto pues los «Auxiliares de Veterinaria» siguen encuadrados desde el año 2017 en la “Familia agraria” (recordemos que con anterioridad (desde 2011) lo estaban en la “Familia de sanidad”). Me pregunto: ¿Por qué el personal facultativo se encuentra ubicado en el área sanitaria y quienes les tienen que auxiliar, ayudar y asistir directamente lo hacen en la res agraria? Llama la atención que, por parte de la organización de CC.OO., esta estuviese representada por la «Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios», de lo que se infiere que es en la res sanitaria donde se incardina el texto del convenio. Conviene revisar este aspecto para encuadrar correctamente el personal auxiliar.
Y ahí va otra pregunta: si hemos clasificado al personal facultativo en «director» (denominación lógica, necesaria y legal); «generalista» (denominación ambigua y ‘todo terreno’, como si de un cajón de sastre se tratase, adonde van a parar los de medicina general, medicina interna, cirujanos y otra serie de facultativos ¿No se podría haber utilizado la expresión «veterinario clínico»?), y «supervisado» (denominación que parece lógica para el recién graduado que comienza a dar sus primeros pasos en la práctica de la clínica veterinaria), ¿Dónde incardinamos al «veterinario especialista»? Asunto éste que reconozco de cierta complejidad pues parece que esta figura puede estar emparentada con la del «médico interno residente». Una vez más conviene aclarar la figura del ‘facultativo especialista’. Este asunto se escapa, a mi entender, de la esfera del convenio estatal para pasar al ámbito de la Organización Colegial Veterinaria Española y la Universidad, estamentos que deben definir la política a seguir en el campo de la especialización veterinaria.
Con respecto al “Apartado b) Nivel II” (cuyo personal también está considerado como personal sanitario), se encuentran recogidas dos figuras profesionales correspondientes a un módulo de la formación profesional superior; me refiero al «Personal Técnico Especialista en Laboratorio» y el «Personal Técnico Especialista en Radiodiagnóstico». Ambas titulaciones figuran en el Catálogo Nacional de Cualificaciones profesionales. Con respecto a la primera titulación, y consultado el programa (referido a los módulos formativos) se hacen continuas referencias al manejo de muestras para citología, bioquímica, parasitología, anatomía patológica, etc., siempre referidas al procesado de «muestras humanas», incluso obteniendo las muestras biológicas. Conviene precisar que en el ámbito profesional de los técnicos de laboratorio se requieren profesionales polivalentes, capaces de desarrollar técnicas de laboratorio que se aplican tanto en el campo de los análisis clínicos como en la anatomía patológica. Dentro de su entorno profesional y en el sector productivo se recogen varios ámbitos de trabajo entre los que figura un curioso detalle cual es el de poder desarrollar su actividad en el sector de los laboratorios de análisis de las clínicas veterinarias.
Con respecto al «Personal Técnico Especialista en Radiodiagnóstico» aclaramos que es otro título de formación profesional de grado superior, aunque en el Catálogo Nacional de Cualificaciones profesionales 2020 no he podido localizar esta titulación (tal como viene citada en el Convenio) y sí otras de parecido nombre. Los módulos formativos de este personal están dirigidos hacia la especie humana.
Llegado a este punto vuelvo a preguntarme: las funciones del personal de este nivel II ¿No podrían estar desempeñadas por «Ayudantes Técnicos de Veterinaria (ATV,s)», cuyo nivel formativo debe ser superior al del «Auxiliar de Veterinaria» ¿Cómo es posible que un ATV (figura ubicada todavía en el limbo profesional), sea excluido de realizar su trabajo en un laboratorio veterinario, o en «radiodiagnóstico»? y sin embargo lo pueda realizar un Técnico Especialista en Laboratorio o un Técnico Especialista en Radiodiagnóstico cuyos perfiles están dirigidos al procesado de «muestras humanas» y al uso de instrumentos para la radioterapia, también en la especie humana. Se me puede alegar, y con razón, que esta titulación de ATV y la de ACV son enseñanzas de carácter privado y que todavía siguen sin estar reguladas en el ámbito de la formación profesional. Quizá sea esta la causa de no estar recogido el ATV en el vigente convenio. Volveré más adelante sobre este asunto.
Y por fin llegamos al núcleo duro de este primer convenio, objeto de mis reflexiones. Me refiero al “Apartado c) Nivel III”, constituido por el personal «Auxiliar Clínico de Veterinaria (ACV)», al que siempre he propuesto, razonado y defendido que se debería denominar a secas «Auxiliar de Veterinaria» (aunque reconozco que es correctísima esta denominación que se utiliza en el convenio), pero utilizar la que propongo conlleva una paleta más amplia de posibilidades para el ejercicio profesional, siempre que se revisen y modifiquen alguno de los contenidos de los módulos formativos. Bien es cierto que los términos ‘clínica’ y ‘clínico’ están emparentados con la práctica, es decir, con el ejercicio práctico de la medicina (en este caso de la medicina animal), según nos ilustra y aclara el diccionario.
Ya habrán observado, por el título de este artículo, que mis opiniones y reflexiones ruedan en torno al «Auxiliar Clínico de Veterinaria (ACV)» que, junto con los «facultativos veterinarios», son, verdaderamente, los actores principales del convenio, sin desdeñar las otras figuras de acompañamiento que contribuyen a mejorar, no cabe duda, la asistencia facultativa y la gestión de las clínicas veterinarias (consultorios, clínicas, centros y hospitales veterinarios, laboratorios y empresas consultoras y de servicios del sector).
Pero, insistimos, la figura, de los Auxiliares, está recogida en el convenio de una forma algo desdibujada precisamente por no existir, hasta el momento, una formación normalizada y reglada para todo el territorio nacional. Me pregunto: acaso ¿Ha llegado por fin la hora de normalizar y regularizar, con seriedad, la formación profesional de los Auxiliares de Veterinaria? En el «Catálogo de Cualificaciones Profesionales» aparece esta figura bajo la denominación genérica de «Asistencia a la atención clínica en centros veterinarios». Parece que el convenio traslada la resolución de este asunto a la «Comisión Paritaria de Formación». A ella le compete la regulación de los certificados de profesionalidad y la formación que debe tener este personal. Les auguro a los miembros de esta comisión que tendrán que realizar un trabajo serio pues sobre ellos recae esta responsabilidad. Sospecho que esta Comisión deberá recabar el asesoramiento de personas externas, conocedoras de las características de la enseñanza de formación profesional. Sobre este asunto me permito lanzar las siguientes ideas que pueden, si lo estiman conveniente, recogerlas en el segundo convenio nacional, dado que (como obra del intelecto y de la mano del hombre) el actual es perfectible y que, por lo novedoso, no ha dejado indiferente a nadie. Veámoslo con mayor detalle.
Sigo en mi postura de proponer la regularización y normalización de las personas que se dedican a la «Asistencia a la atención clínica en centros veterinarios» bajo la denominación de «Auxiliar Clínico de Veterinaria» o, simplificadamente, como «Auxiliar de Veterinaria». Por este motivo proponemos modificar la «Cualificación Profesional» pasando a denominarla a secas «Auxiliar de Veterinaria» dentro de la formación profesional. Observarán que me mantengo en la postura de denominar al auxiliar del facultativo veterinario como «Auxiliar de Veterinaria», y lo justifico indicando que el veterinario realiza su actividad en diferentes campos, no solo en el de la clínica de los animales de compañía, mascotas y animales exóticos. También su ejercicio se realiza en el campo clínico de otras especies animales de interés zootécnico y de la protección y recuperación de especies. Citemos, como ejemplo, la atención clínica en núcleos zoológicos, sociedades protectoras de animales y en las explotaciones ganaderas, con enorme variedad de especies animales que requieren la atención veterinaria. En el campo de las inspecciones sanitarias, realizadas en los mataderos industriales y en el de los ayuntamientos y Corporaciones locales, también es necesaria su presencia por entrar de lleno, esta actividad, en el campo de la Salud Pública, pudiendo colaborar también, a la par, con el personal que se ha formado en la asistencia en los controles sanitarios en mataderos, establecimientos de manipulación de caza y salas de despiece; y lo mismo acontece en el ámbito laboratorial y experimental, y en el del bienestar animal. Tampoco olvidemos que con respecto a la fisioterapia y rehabilitación, ejercida por la medicina veterinaria desde hace más de un siglo, es también un auxiliar imprescindible. Como ya habrán comprendido todos estos sectores requieren la presencia de auxiliares con preparación adicional especializada que muy bien pudieran ser desempeñados por los ACV y los ATV. De lo dicho se infiere que las funciones de este personal van más allá de las actividades que se realizan en las clínicas veterinarias fijas y ambulantes. Por lo que antecede, y relacionado con las auxiliarías veterinarias, sería muy conveniente revisar y actualizar el catálogo de cualificaciones profesionales, unificando en una sola familia todo lo que se relacione con sanidad y salud pública veterinaria, aunque esto merece un estudio aparte, pues algo tendrán que decir varios Ministerios.
Hacia la regularización y normalización de la figura del Auxiliar Clínico de Veterinaria (ACV).
Reconozco que con la publicación del convenio el primer paso ya está dado; así que debemos aprovecharlo, aún con sus imperfecciones y lagunas. El personal que viene ejerciendo las funciones de «Auxiliar de Veterinaria» dispone, según la Disposición adicional cuarta, de un periodo transitorio de tres años para obtener el «Certificado de profesionalidad». Llegado a este punto creemos que es el momento de abordar con seriedad la formación profesional del auxiliar de veterinaria, cuyos módulos formativos de la cualificación profesional deben ser revisados para adecuarlos al nivel de este perfil. Lo mismo se debe contemplar para la figura del ATV, personal que debe ser recogido en el próximo convenio nacional y cuyos módulos formativos deben corresponder a una formación más especializada dentro de la medicina animal dirigida, especialmente, hacia los análisis clínicos y anatomopatológicos veterinarios, incluyendo las técnicas del radiodiagnóstico veterinario. De este modo pasarían a ocupar, progresivamente, el “Apartado b) Nivel II”, ocupado en la actualidad, en este convenio, por el «Personal Técnico Especialista en Laboratorio» y el «Personal Técnico Especialista en Radiodiagnóstico» cuyas funciones entran de lleno, casi sin excepción, en la de la especie humana y no en la práctica de las numerosas especies animales que se contemplan en las actividades de la clínica veterinaria. Precisamente, para los ACV, nos llama la atención que dentro de la unidad UC1586_3 se indique la competencia general de: Recoger muestras biológicas animales y realizar análisis de laboratorio, por si esto no fuese suficiente la UC1590_3 recoge, con claridad, la competencia para asistir al facultativo en los procedimientos de radiodiagnóstico e imagen para el diagnóstico en centros veterinarios.
Estas dos circunstancias (laboratorio y radiodiagnóstico) indican que este personal bien pudiera ocupar las funciones que se otorgan a los Técnicos de Laboratorio y de Radiodiagnóstico.
Propuestas para el «Auxiliar Clínico de Veterinaria (ACV)»
Con respecto a esta figura ahí van unas propuestas por si merecen ser meditadas y tenidas en cuenta:
1 Véase el caos de las denominaciones «AUXILIAR DE VETERINARIA» VERSUS «AUXILIAR VETERINARIO»:
LAS TRAMPAS DEL LENGUAJE en el enlace: https://historiadelaveterinaria.es/wp- content/uploads/2019/11/AUXILIAR-DE-VETERINARIA.pdf y la HISTORIA DE LA ENFERMERÍA VETERINARIA en: https://historiadelaveterinaria.es/wp-content/uploads/Historia-de-auxiliares- veterinarios.pdf
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ambiguos que inducen a error a los concurrentes, pues verdaderamente se requieren (además de tener “amor por cuidar a los animales”) otras características, entre las que figura acreditar un nivel previo de titulación.
2 Este matiz, entre incardinar la totalidad de los asuntos veterinarios entre la res agraria y la res sanitaria es complejo. Merece ser estudiado con detenimiento y, adelanto, que tiene solución como ya apuntábamos en https://historiadelaveterinaria.es/wp-content/uploads/Historia-de-auxiliares- veterinarios.pdf horario laboral, como así viene sucediendo en otros campos laborales parecidos.
Propuestas para la figura del «Ayudante Técnico de Veterinaria, (ATV)»
Corolario.
Ruego al amable lector que no vea, en las líneas que anteceden, ningun resquemor a la actividad que realizan los ACV y los ATV, ni crítica a la formación impartida por los centros profesionales, solo aprecien la voluntad de querer asentar y regularizar estas figuras que contribuyen a mejorar la asistencia veterinaria en los numerosos campos en los que se mueven hoy las modernas Ciencias Veterinarias.
Madrid, 1 de noviembre de 2020 PDF